Estructura de la clase
Lo primero que te va a llamar la atención cuando entres al Box de CrossFit es que NO hay máquinas. Encontrarás cuatro paredes con material poco común: ruedas, cuerdas, mazos, barras, discos, ‘pesas con asas’, balones medicinales, cajas y demás curiosidades. Aquí tú eres el que va a esforzarse y ninguna máquina te va a ayudar. La única ayuda es tu esfuerzo y el de tus compañeros, que se convertirán en tus mejores aliados: sufriréis juntos, reiréis juntos y mejorareis juntos.
Por ello el CrossFit no sólo entrena el cuerpo, sino también la mente ya que te ayuda a conseguir más fortaleza mental y a superar retos que nunca habrías pensado. Después de hacer CrossFit, todo te parecerá más fácil.